lunes, 29 de julio de 2013

I T A - PROHIBICIONES

 ITA-PROHIBICIONES EN LA RELIGION YORUBA
Itá es la Lectura del Camino de la Vida. En Itá se establecen para la persona tabúes o prohibiciones. ¿Por qué? Por varias razones, entre ellas:

1. Para evitar introducir elementos inarmoniosos con la espiritualidad de la persona, capaces de desestructurar su organismo o su vida de relaciones, conduciéndole al caos
“(...) Los 16 Óddun Mélli Ifá (16 Signos Dobles de Ifá) ó 16 Obbá Óddun Ifá (16 Signos Reyes de Ifá) son una representación abstracta de los Dieciséis Principios Sagrados de la Creación. Los 16 Óddun Mélli Ifá ó 16 Obbá Óddun Ifá son las Dieciséis Posiciones Sagradas, desde las cuales el vientre fecundo de Óddu engendra e inicia sus procesos creativos.

A partir de los Dieciséis Principios Sagrados de la Creación, nacen y se inician Dieciséis Evoluciones Primordiales, de las cuales se despliegan cientos de reinos interconectados que forman el Universo manifestado.

Cuando mi Padre que está en los Cielos, Olófi, mi Señor Agwá Olórun, quiso diversificar su proceso creativo, estas Dieciséis Evoluciones Primordiales recibieron la orden de mezclarse. Y se mezclaron sabiamente sin confundirse, para dar lugar a 240 Aspectos de Dios, cuya representación abstracta individual son los Óddun Omólúos, Óddun Hijos, o Signos Hijos de los 16 Óddun o Signos Primordiales.

Cada uno de estos Óddun o Signos Hijos pone en marcha con su surgimiento, una forma de evolución diferente de las demás, bajo la marca de su propia regencia.

En cada una de esas 256 Evoluciones, se generan formas de vida y formas de conciencia, o sea, se generan seres vivos, puesto que en cada una nacen oleadas de generaciones de criaturas: electrónicas, plasmáticas, minerales, vegetales, animales, elementales, humanas, oríshas.
Las criaturas creadas de cualquier orden, tienen diferencias entre sí, diferencias no solo físicas, no solo estructurales, sino que también tienen diferencias en los patrones de sus procesos internos, en su metabolismo, en su funcionamiento bioquímico, en sus dinámicas psicológicas, y en todos sus aspectos comparables. (...)”

Por virtud de esas mismas diferencias, hay elementos, situaciones y prácticas, que vibran con una resonancia que no es afín con la resonancia a la que vibra la constitución psicofísica y espiritual de la persona, porque son elementos, situaciones y prácticas que están configurados por evoluciones que no armonizan con las evoluciones que configuraron el nacimiento y la formación de la persona.

Esos elementos, situaciones y prácticas que tienen una cualidad vibratoria antagónica a la cualidad vibratoria de los procesos de vida de la persona, tienen poder para desorganizar al sistema energético de la persona.

Para evitar esta concurrencia de elementos y situaciones energéticamente adversos, la sabiduría de cada Óddun o Signo establece diferentes y variados ewó (prohibiciones), los que tienen el propósito de evitar que la persona que es hijo o hija de ese Óddun o Signo, que nació bajo la regencia de las evoluciones que se despliegan por ese Óddun o Signo, se relacione con condiciones que interfieren en su salud, en su bienestar, en su progreso personal.

2. Para evitar introducir elementos o situaciones que se oponen a las metas existenciales de la persona. 
A veces las prohibiciones tienen que ver con los límites de la persona. Antes de encarnar en una existencia física, se diseña el Plan de Vida personal, que tiene marcadas aquellas experiencias que necesita tener la persona durante esa existencia, para trabajar en su autotransformación y automejorarse, mientras que hay otras experiencias que no están consideradas en ese pre-programa.

Por ejemplo: Supongamos que en la reunión que se efectúa en Órun antes de encarnar la persona, y en la que participan: Orí, quien es el Espíritu Interno o Espíritu Interior y quien representa a la persona, las jerarquías regentes del Destino, Orísha y Órunmilá, quien es Testigo de esto, se determinó que en su próxima existencia física, de acuerdo al potencial de conocimientos y desempeños adquiridos, y de acuerdo al karma generado hasta ese momento en encarnaciones anteriores:

1. La persona sí está en condiciones, objetivamente, de trabajar en los aspectos: A, B y C.
2. La persona no está en condiciones, objetivamente, de trabajar en los aspectos: D y E.

Entonces, trabajar en los aspectos: A, B y C, se convierte en una meta prefijada, en un propósito que se ha previsto lograr en esa nueva vida que va a tener. Después de haberse determinado esto y de haberse conformado el Plan de Vida personal, Orí encarna en un cuerpo físico, y comienza su existencia física como persona; o sea, la persona comienza a vivir su vida.

Si durante esta, su nueva vida, algo induce a la persona a relacionarse con el aspecto D ó con el aspecto E, entonces esto se convierte en una evolución inconveniente.

Porque cualquier causa que incline a esta persona a vincularse a esos aspectos D ó E, contribuye a que la persona se aleje de los propósitos prefijados para cumplir, desde antes de encarnar.

Como consecuencia de esto, la persona se entretendrá en cosas que ya se sabe que no las va a lograr, en las que no tendrá éxito, que están destinadas al fracaso, porque para trabajar en esos aspectos, la persona requiere, objetivamente, trabajar primero en los aspectos: A, B y C.

De esta manera, aquellos elementos o aquellas situaciones que hagan que la persona se incline a relacionarse con los aspectos: D y E, se convierten en su perdición, le causarán trastornos, le significarán a la persona una pérdida de tiempo – y no es a perder tiempo a lo que vino Orí a Aiyé, el mundo de las formas físicas.

Esos elementos y esas situaciones que alejan a la persona de los propósitos fijados en su Plan de Vida, serán considerados para la persona: ewó, o tabú, o prohibición.

3. Para evaluar el nivel de desempeño de la persona.
Evaluar el nivel de desempeño significa evaluar la eficiencia y eficacia, significa poner a prueba a la persona.

Cuando se establece un ewó o prohibición, y la persona es advertida, es libre de cumplir con este ewó, o de ignorarlo. Esto significa que la persona es libre de luchar por no ceder a la tentación de hacer lo que ahora sabe que no debe, así como es libre de ceder a esa tentación, haciendo lo que no debe, y ahora lo sabe. De esta manera, una razón que explica por qué los ewó o prohibiciones, es el factor prueba o evaluación. Se trata de la prohibición considerada:
Como una prueba espiritual.
Como un indicador de la fuerza de voluntad.
Como un indicador del nivel de autodisciplina.
Como un indicador de la capacidad de la persona para manifestar conductas consecuentes.
Esta evaluación es imprescindible para que los Espíritus del Destino determinen el nivel de merecimiento de la persona, que le permitirá acceder a nuevas condiciones de evolución personal.

4. Para entrenar a la persona.
Una razón de las prohibiciones, es su utilidad como entrenamiento. Porque:
Permiten a la persona entrenarse en la capacidad de hacer sacrificio.
Permiten a la persona entrenar su voluntad.
Permiten a la persona entrenar su disciplina.

lunes, 17 de octubre de 2011

santeria yoruba


LA SANTERIA fue practicada por los antiguos esclavos negros y sus descendientes en Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Brasil y lugares con gran población hispana en Estados Unidos de América (Florida, Nueva York, San Francisco, Nueva Orleans, Los Ángeles, Miami y San Diego).
Actualmente la religión cuenta con presencia también en España, especialmente en Canarias por su estrecha relación con Cuba, México, Holanda, Alemania, Inglaterra, Francia, y otros países en los cuales hay un número considerable de inmigrantes cubanos. En Venezuela, en la región de Caracas es donde se concentra la mayor cantidad de santeros y babalawos en el país pero también se encuentran en Cumaná, Coro y Maracay. En Colombia aunque se encuentra muy oculta, también se tiene presencia de la santería o regla de la osha, especialmente en la ciudad de Santiago de Cali ya hay familias de santeros conformadas por awos y babalawos cubanos, inclusive en la actualidad ya se cuenta con tiendas de artículos para santería.
La Santería es la decana, heredera y seguidora de la cultura yoruba, ha enriquecido todos los preceptos de las doctrinas yorubas, es diáspora del legado de los esclavos que llegaron desde Nigeria y por lo tanto del pueblo de Ife, a tierra cubana. De la misma forma el propio autor ha escrito la Oración a San Froilán, donde expone y demuestra que dicho santo desde el punto de vista del sincretismo, pudiera de una manera muy cierta sincretizarse con la deidad yoruba Osain, lo cual acentúa todo este estudio la universalidad de la teología de la Santería, una de las herederas de la cultura yoruba, es decir, la Santería Cubana.

HISTORIA DE LA RELIGION YORUBA
Cuando se colonizó América, y dado que los europeos no les permitían adorar a sus dioses a los esclavos que venían de África, ellos identificaron sus dioses con los santos cristianos, de esta forma los podían seguir adorando sin que se dieran cuenta sus dueños. La santería aparece ya definida en las creencias occidentales de Cuba en el siglo XIX.
La Santería es una religión que tiene sus orígenes en la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin. Este duró por 12 siglos hasta el 1896.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los Yoruba pelearon una serie de guerras con sus vecinos y entre ellos. Estas peleas internas y los ataques externos llevaron a la caída y esclavización del pueblo Yoruba. Entre 1820 y 1840, la mayoría de los esclavos enviados desde Benin eran Yorubas. Estos esclavos fueron llevados a Cuba y al Brasil a trabajar en las plantaciones de azúcar. Los Yoruba pronto fueron llamados los "Lucumi", debido a su saludo "oluku mi", "mi amigo".
Las leyes españolas, al mismo tiempo que permitían la esclavitud, trataban de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos, al menos en teoría. Tenían derecho a propiedad privada, matrimonio y seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias.
La Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la injusticia de la esclavitud dificultaba que los lucumí comprendieran y aceptaran lo que se les enseñaba acerca de Dios. Más allá de los motivos detrás de la iniciativa evangelizadora, los hombres que promulgaban la fe cristiana entre los esclavos, pertenecían a la misma raza y en muchas ocasiones a los mismos círculos sociales que los esclavistas. El resultado fue que muchos aceptaron exteriormente las enseñanzas católicas mientras interiormente mantenían su antigua religión.
Con el triunfo de la revolución comunista en Cuba en 1959, más de un millón de cubanos se exiliaron en otros países (principalmente en las ciudades de Miami, New York y Los Angeles). Entre ellos había santeros que propagaron la Santería en sus nuevos ambientes.
En sus esfuerzos de esconder su religión africana y sus prácticas mágicas, los lucumís identificaron sus deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como la Santería.
La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad.
Creen que la vida de cada persona viene ya determinada antes del nacimiento en Ile-Olofi, la casa de Dios en el cielo. Aquellos que no lo cumplen serán castigados por los orishas y deben reencarnarse hasta satisfacer el castigo.